miércoles, 17 de junio de 2009

Básicamente lo mismo
















Me apunté en la libreta con cubierta de color pistacho y con tinta de mi pluma estilográfica que a los capullos como tú me los merendaba a las cinco menos cuarto. Pero ya sabes que la tengo guardada en un cajón, y que no la abro por miedo a que la tinta se me meta debajo del miocardio.

Y, cariño, recuerda que me estás matando. Matar… Sí, bueno, aniquilando. Jane también me va descomponiendo poco a poco, y el señorito Lefroy se las trae. Él era un capullo, ciertamente. Un zoquete sin escrúpulos que no conocía los límites del decoro, un flamante-sonrisas que te deja con el labio inferior pegado al parqué. Ella se refugió en el consuelo de las palabras, y yo… ¿a qué me agarro? Al dolor de los párpados, el que se tiende sobre las arrugas de los recuerdos, y que chorrea por las pestañas hasta que sigue su trayectoria por la mejilla. Me acomodo a él, me agarro al pensamiento de que existe, y entonces se convierte en costumbre; y las costumbres no duelen, así que es la monotonía quien pesa más que el dolor. Se cae en la cuenta de que se trata de básicamente lo mismo, el mismo daño desde distintas perspectivas.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

WWWWWWWWWWWOOOOOOOOOOOOWWWWWWWWWW

Eres magistral, niña. Escribe más, escribe varias veces todos los días, porque NECESITO leerte!!!

"...las costumbres no duelen, así que es la monotonía quien pesa más que el dolor".

Fantástica. Cuando quieras me das unas clases!!!

Besos.

Emilia Fabiola Altamirano dijo...

Cuando te acostumbras a sufrir ni te das cuenta que estás sufriendo porque tu vida se ha encerrado hacia un destino infranqueable, si alguien intenta rescatarte pensarás que es en vano , que todo está bien, y esa amarga rutina consumirá tu vida.

Excéntrica dijo...

Increíble.

V dijo...

Estoy con Diavolo, a mí también me gustaría recibir unas clases tuyas, para percibir metáforas con mayor eficacia.

Me ha encantado, como siempre, pero tengo una duda, que quizá sea una estupidez, pero que me ha dejado con la intriga.

¿Con Lefroy te refieres al supuesto enamorado de la brillante Jane Austen, o es solo casualidad?

Te dejo, mientras continuo con mis pesquisas...

No estés triste, eres increíble Dafne y gracias por el último piropo a una de mis entradas.

Muchos besos.

V

Betzabé dijo...

Orgullo y Prejuicio... excelente libro.

Cuando una cae en monotonía entonces es porque ya lo ha aceptado y es cuando la costumbre comienza a pesar.

Perfecto, chica, si tú supieras la envidia que me causas (de la buena, claro) te botarías de risa... me servirías más tú que mi estúpido editor que nunca ha escrito nada en su vida y que se orinaría de sorpresa si leyera uno solo de tus escritos.

Anónimo dijo...

Clases? al parecer tienes alumnos, yo solo deseo ser oyente, para mi cada uno tiene su forma maravilloso de percibir el mundo, la tuya es una muy desarrollada, y es encantadora, un agrado.^^

Metáforas, es solo cuestión de ver cada realidad con los lentes adecuados, cuales? cada uno posee una caja de cristales con los cuales apreciar la vida^^
Un abrazo, mmmm…. Mejor dos, que tal?^^

PD, me agradaba cuando colocabas fotos vuestras, eres muy hermosa.^^

saqysay dijo...

Definitivamente esto, es verdad... Me acomodo a él, me agarro al pensamiento de que existe, y entonces se convierte en costumbre; y las costumbres no duelen, así que es la monotonía quien pesa más que el dolor...

Te encuentro toda la razón, nad auqe decir, excelente escrito, como siempre...

Besitos!, que andes bien!