viernes, 23 de mayo de 2014

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Y en verdad creo que eran las horas lo que me amargaban. Las horas tras el despertar y no otras, aquellas que todavía se debatían entre lo que comienza a ser y lo que todavía permanece en el sueño, pensamientos esclavos de la inconsciencia. Era en tu pecho, sobre tu esternón de piedra, donde fui mártir de tu ausencia. 

Dis moi si tu aimes biens bien nos paresses et nos matins d'amoureux.

2 comentarios:

Nahuel dijo...

muy bello, corto como los días y así en sustancia.

Saludos, Nahuel.

Anónimo dijo...

Me quedo con esta frase: "Se debatían entre lo que comienza a ser y lo que todavía permanece en el sueño", que bonita manera de explicar esos momentos al despertarse.

La frase de la canción de Joyce Jonathan es genial también.

Y en el comentario que has dejado, no podías haber descrito mejor lo bien que está retratada la relación de Keats y Fanny. Para mí también es esa escena mi favorita, toda la parte en la que ella recibe las cartas y le dice lo de las mariposas, fue la que me más me gustó. Junto al final. A pesar de lo trágico, es uno de los momentos que más me ha conmovido en el cine. Creo que Campion y Cornish (junto a lo hecho por Whishaw en sus escenas anteriores, al que consigues cogerle cariño en seguida) hicieron un trabajo devastador, representando el dolor de perder a alguien como pocas veces se representa, de una forma honesta.

un beso grande